CÓDIGO ASCII EN LA PIEL. Imágenes en forma de código informático que tienes que mirarlas dos veces para darte cuenta que son una locura.
Andreas Vrontis en su estudio realizando la Venus de Milo en el muslo
Para los que crecimos en los ochenta y noventa, hablar de píxeles y lenguaje de programación, nos hace viajar con la mente a aquellos juegos retro que nos atrapaban en la adolescencia, o a las primeras experiencias en foros de internet. Los que crecimos con aquellos viejos monitores CRT sabemos que lo que parece sencillo en la pantalla en realidad está lleno de desafíos que los alquimistas de la programación han construido con ceros y unos. No es magia, es talento.
Pero esto es especialmente impactante cuando hablamos de realizar arte con estos ceros y unos que conocemos como el código binario. Si hablamos de los límites de los píxeles, de su precisión, donde cada línea de código y cada detalle tiene que ser perfectamente calculado, pensar en creatividad resulta un tanto contradictorio ¿no te parece? Pero en el caso de los tatuadores, no existe reto para atreverse a ir más allá de los límites para encontrar las mejores propuestas y este es el caso que nos ocupa. No todos los artistas se atreven a enfrentarse a esa pared, pero algunos se lanzan con todo, y uno de ellos es Andreas Vrontis, un tatuador que ha transformado los píxeles en auténticas joyas en la piel. ¿Te gustaría descubrirlo?
Desde personajes de "La Casa de Papel" hasta el irrepetible Bruce Springsteen, pasando por la escena mítica de "Pulp Fiction", el intrépido Indiana Jones y el carismático Spock. También ha creado paisajes pixelados que recuerdan a las primeras aventuras de los videojuegos, retratos de figuras clásicas como Einstein o un abstracto Dali. Los tatuajes de Andreaas no son simplemente tinta y piel, son verdaderos tributos a la nostalgia y a la precisión en cada trazo, un trabajo que requiere una destreza increíble y mucha paciencia. Quienes se animan a llevar uno de estos tatuajes deben tener claro que cada píxel tiene su propio propósito, y que la perfección en este tipo de arte es tanto un reto como un reflejo de un estilo único. Si te pica la curiosidad, no dudes en seguirlo en su cuenta de Instagram, donde cada semana deja ver su último trabajo. Hay más que píxeles en su perfil, te aseguro que te sorprenderá.
Miles de 1, 0 y cifras, letras y signos de puntación para completar esta pieza de locura. No tanto por su espectacularidad, sino por el agotador trabajo que hay detrás.
Es escalofriante el nivel de detalle que alcanza con sus agujas este artista. Muchas veces deja mensajes encriptados que el propio cliente le ha pedido que coloque. Fechas de nacimiento, coordenadas de un lugar importante para él o frases significativas.
Todas las imágenes: créditos Andreas Vrontis
